Hasta abril la cifra oficial del Gobierno era un crecimiento de la economía de 3.1%, según el Informe de Actualización de Proyecciones Macroeconómicas. Ahora los números han cambiado.
El ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ajustó hacia arriba la proyección de crecimiento de la economía peruana de 3.1% a 3.2% para el 2024, así lo informó a través del Marco Macroeconómico Multianual 2025-2028 (MMM 2025-2028). ¿Qué movió la aguja?
Hasta abril la cifra oficial del Gobierno era un crecimiento de la economía de 3.1%, según el Informe de Actualización de Proyecciones Macroeconómicas.
Esta semana, el titular del MEF, José Arista, -durante el evento Perspectivas 2025, organizado por Gestión- incluso se puso más optimista al indicar que, de manera personal considera que la economía podría llegar a crecer entre 3.7% y 4% este año.
“El crecimiento del PBI estará sostenido por la recuperación de la demanda interna, impulsada por la inversión en proyectos de infraestructura y mineros, que permitirá generar empleos e incrementar el consumo privado; además, de la mayor inversión pública asociada a la asignación presupuestal prioritaria, la maduración de carteras de proyectos emblemáticos y la adopción de metodologías eficientes”, detalla el documento.
A inicio de año la mirada del crecimiento se veía por la recuperación de las exportaciones, ahora la aguja de medición trata de ir por la agenda de los proyectos de infraestructura.
Liberación de la AFP y CTS para el consumo
El MEF menciona que la revisión al alza de la proyección del PBI para 2024 se explica por el buen desempeño de la actividad económica en el segundo trimestre de 2024, que en la víspera se indicó que creció en 3.6%.
Parte del dinamismo, se explica – según el MMM 2025 -2028- por una mayor ejecución de la inversión pública y recuperación más rápida del consumo privado debido a la liberación de la AFP y la CTS.
Añade que, para el periodo 2026-2028, el PBI crecería en promedio 3%, favorecido por el impulso de la demanda interna, destacando un mayor gasto privado impulsado por la mayor inversión en proyectos de infraestructura e inicio de construcción de nuevos proyectos mineros.
De esta manera concibe que, lo anterior fomentará la generación del empleo e incremento del consumo privado.
Fuente: Diario Gestión